sábado, junio 03, 2006

Victor


Hace unos días me acordé de Víctor, cuando intentaba poner orden en mi correo. Me suena cursi, repelente, oírme decir que encontrar en una carpeta aquellos mails, los suyos y los míos, fue como una patada al corazón. Pero él fue eso, un gran linchamiento emocional. Duro tan poco y fue tan intenso que nadie me creía luego lo de que yo le amase.
Nunca como con él, como contigo Víctor supe lo que era un autentico flechazo adulto y leer ahora aquellas cartas donde pedias que me quedase contigo parecen bromas de un cinismo pésimo. ¿Te acuerdas? ¿Lo raro que era todo y como comentabas la sorpresa que fué para los dos? Si lo observamos desde el frio prisma de la distancia y nos quedamos fuera del romantiscismo que se impuso aquella noche entre los dos, solo se podría decir que fuimos casi dos extraños que empezaron practicando sexo y en la conversación del intermedio aprendieron ha hacerse el amor. Supongo, que si además yo lo mirase con resentimiento de mujer abandonada, diría que mas grave fue tú caso, cinco años de matrimonio con tu ex-mujer y tuviste que esperar a conocerme para saber lo que es sentir en mayusculas acariciando un cuerpo. Pero la verdad es esa, tu y yo como tantos otros, nos enamoramos charlando, poniendo verde la cobardia y la duda de nuestros ex, con la excusa de mentar nuestra vida. Así descubrimos haber pisado por separado los mismos errores, situaciones diferentes, la misma rabia y la misma necesidad. Y te dije hablando de mi discusion con otro, que no aceptaba quedarme con la persona equivocada para no estar sola porque eso seria conformismo, el peor pecado del mundo ni aceptaba mentiras ni falso amor a cambio de sexo porque eso me convertiria en una puta por cariño.


Recuerdo como me mirabas, parecias un cachorrillo perdido pidiendo que te cuidase, que te protegiese, que te quisiera, que me quedara contigo... ¿cuántas frases hacen falta decir para saber que el que tienes delante quiere amarte para siempre? ¿quisimos tu y yo medir amores tan tempranos, que aun no habian nacido quizás?
Y recuerdo mi corazón diluirse y convertirse en agua bajo tus ojos pero sobretodo recuerdo tu calor y que no pudimos dormir y que hicimos el amor de la forma mas salvaje, dulce y atenta de la que ninguno había sido capaz jamás.

Casi fue un sacrificio humano y yo aun maldigo tu carne, maldigo haberme dejado la piel contigo, que dejaste tal huella que nunca más volví a sentir así, que nunca fui más sabia, más dulce y más ramera con ningún otro hombre. Te recuerdo, casi llorando de la alegría por la sorpresa de ese amor recién nacido. Cuando se ama con tanta furia, el amor se acaba pronto por estar demasiado maleado, se gasta de tanto uso como dice la canción. Aun pienso que aquella noche, nuestra primera, intentábamos marcar al otro a base de cariño.
Tengo otras memorias tuyas en las que te dormias sobre mi cuerpo, no se si seguira en la tuya ese brazo que quise colocar como barrera entre tu y todo lo que te asustaba. Tengo recuerdos de tus cenas a la luz de las velas, tu afición a mi helado de mango, tu nevera siempre llena de chocolates para mi. Recuerdo tus mensajes al movil y mis sonrisas, y que mientras estuve contigo siempre amanecia cantando. Nunca me he sentido más hermosa, más fuerte y más sabia como mujer que los dias que pasamos juntos. Por ti me transforme a veces en la mejor meretriz y otras en una madre gatuna que te limpiaba los miedos a besos.
Poco antes de navidad te compre un perfume que envolví en papel color oro para regalartelo a la vuelta de vacaciones en esa noche de reyes que pensabamos pasar juntos y que no sabía que nunca llegaría a darte. Estubo casi un año vagando por mi armario, luchando contra el polvo sin saber donde esconderlo para no acordarme de ti, hasta el día en que decidi regalarselo a mi mejor amigo para que alguien al menos sacase algun provecho de aquel desastre de amor. Ese amigo, Daniel, me dijo que yo era un diamante en bruto que tu no sabias mirar porqué no merecias el oro ni en el color de un papel de regalo. Que maravilla es tener amigos asi cuando hacen falta oir cosas como esa, aunque no consuelen del todo.

Nuestra primera noche juntos Victor, esa que en mis recuerdos siempre sera nuestra, dejaste un puñado de mariposas atrapadas en mi estomago y una uña en mi pecho cuando metiste el dedo en mi corazón al tocarme. Cuando desapareciste y de tan mala manera, las mariposas se volvieron negras, se pudrían en mi garganta y me hacían decir disparates lastimosos para invocar tu regreso. Estuvieron allí hasta que pude por fin vomitarlas todas.
Mariposas negras y putrefactas, como las del poema de un conocido mío, y una uña que al menos pelo mi corazón y lo dejo desnudo, sangrante. Listo para enamorarse de nuevo. Bendigo mi ignorancia antes de saber lo que fué para mi quererte. Hasta la fecha, el que más amé y el que más me decepcionó. Te odio Victor, pero te doy las gracias por refrescarme el corazón.
Tarde un tiempo en ser capaz de ser tocada por otro, tarde demasiado en vomitar la basura de tu olvido.

No hay comentarios: