jueves, diciembre 08, 2005

Maggie, La Gata


Maggie La Gata, se pasea sobre su tejado calentado por el sol.
¿pero no sabe Ella que Ella juega a ser el astro, que calienta el frio
zinc de su hombre?
Maggie La Gata, se araña el corazón en los arrullos de un amor distante.
Ella es la hembra, gatuna suprema que juega con sus uñas sobre la pizarra de
la espalda de su esposo.
Maggie se retuerce. Quiere castigar con su calor y ser castigada en ese amor masoquista
por un delito que quizás nunca hizo.
Su forma de amar es de pantera, absorve demasiado, lo llena todo. Ella invade hasta la intimidad más porosa, más cercana a la piel.
"Maggie, mi niña. Quiere sostener con su solo corazón todas las palmas abiertas que piden amor en su cerrado mundo.. "
Maggie Felina, se canta canciones de cuna entre sus curvas dormidas. Llorando bebes no nacidos, mientras ve desfilar el alcohol y la muerte.
Su amor quisiera odiarla, pero es como odiar a la vida.
Ella, hembra divina, gata
entre todas las gatas.
Puta solo de su macho.
Maggie, la Fría. Maggie, la del disfraz de Pantera, sería la mas dulce entre todas las hembras todas.
Pero no le dejan sacar su corazón, es demasiado grande ¡ les asfixia!

Santo

Mi madre trabajó desde los 8 años, se busco sola la ilusión y los medios para no ser analfabeta y a los 19 estudiaba por las noches graduado escolar, bordado y costura en el colegio de la Inmaculada Concepción en nuestra Córdoba. Las monjas la querían mucho y ella las quería a ellas y a la virgen de la capilla, quién le parecía tan preciosa y le agradecía tanto aquella educación gratuita que decidió mirandola poner su nombre a la hija que algun día tuviese. Esas monjas me hicieron el atillo de bebe y unas sabanas bordadas. Yo me bauticé en esa misma capilla donde mi madre daba las gracias por algo que no era otra cosa que su propia valentía y fé ante la vida y esas ganas que aun le rebosan de devorar los libros.
Mi padre era antes de los que piensan que una mujer solo es mujer y hermosa con el pelo largo y mi madre adoraba el precioso pelo castaño de la virgen del cuadro. Así que desde los 7 a los 19 lleve mi melena hasta un poco por debajo de la cintura, fué entonces la primera vez que me lo corte tanto, cuando hice esa trenza que aun ronda por el trastero de mis padres y le dije al peluquero - cortala..., toda!- Todavía tuve por dos años y algo más de tiempo algo en comun con ese cuadro, pero perdí la virginidad y creó que ya no me queda de inmaculado ni el corazón y el alma apenas. Curiosamente y a pesar de mi intención de volver a dejarlo largo ultimamente lo tenía tan estropeado que hace menos de un mes volví a cortarlo y desnudar mi nuca. Pero ese es mi nombre; La que no tiene pecado ni mancha, la que es pura.
Pobre mama y pobres monjitas cosiendo para mi como para la princesa del cuento.¡¡ Vaya fraude!!

lunes, noviembre 14, 2005

Princesa




Princesa. Me gustaba, que me llamase princesa. Pero nunca lo hizo. Solo pude imaginar la cariñosa palabra saliendo de sus labios viajar hasta mi oído. Princesa, mi princesa. . . Me decía en sueños sonriendo, escondiendo su cara en mi cuello, enterrandose. Princesa. Pero nunca lo hizo, solo fuí su niña, o chiquitina, o peque. Nombres que él sabía que no me gustaban. Nombres que antes de él, ya eran para mí como arañazos en la pizarra del colegio. Solo princesa, su princesa. Pero a él nunca se le ocurrió llamarme así. Después de todo, yo nunca le dije qué quería ser nombrada en la mágia.

Las Soledades de la Piel




Dedicado a Gonzalo, que como yo es un fan de ciertas texturas de pieles y olores de otros.

Me he cortado el pelo. No calló al suelo como suaves ondas qué rozan el aire, mis mechones solo caían al suelo y se estrellaban dividiéndose. Lo otro solo sucede en peliculas y a cámara lenta.
Ahora acariciarme la cabeza, será como pasar la mano por el lomo de un gato que duerme.
Le hecho de menos y sigo buscandolo. Aun no me he quitado la manía del gesto de querer sacar al aire esta melena que ya no existe, cuando me pongo un jersey o una chaqueta.
Ahora que está desnuda, mi nuca no tiene nariz qué la proteja, y no hay en mi vida ninguna nariz vecina que le busque el olor a ella, mi nuca. Y mi nariz, la mía, no conoce quién merezca que le busque el buen olor a limpio que guardan en sus axilas algunos hombres.
Demasiada piel, ahora casi me sobra. Solo mis cejas y mi cabeza han quedado protegidas. Tanta piel es demasiada sensibilidad a flote. Desnudos y solos, mi nuca y mis hombros pueden sentirlo todo ahora. Si todo lo que he tocado con mis manos y mis caderas tan sensible me hizo ¿Qué haré con esta nueva piel mía, despierta que me sobra?
Antes arrojaba mi cabello, juguetona sobre la espalda de amantes pasajeros. Temporalmente, hasta que vuelva, he perdido una de mis armas para las caricias. Desnudos y solos, nos defendemos mejor de ciertos frios a veces. Me tendrá que bastar la piel. Tanta piel desnuda, por fín libre para oler y sentirlo todo. Toda esta piel indefensa sin el pelo qué yo expulsé al suelo duro. He dejado esta craneo mío casi indefenso ante la vida, y mi cara es mas que nunca mi cara, pero yo no soy mas yo ni diferente. Solo tengo más piel, demasiada, desnuda sin abrazos y sin otra piel que la cubra y se heche a dormir sobre ella.

domingo, noviembre 13, 2005

Lágrima


La lágrima nació por el escozor del vapor en el ojo. Y se supo hecha de sal. Comprendió que sería fácil bajar hasta el labio por los surcos que hicieron otras como ella, preguntar por los besos marchitos en una boca olvidada. Arañazos en los poros de una piel abierta al calor de una taza de té.
La lágrima quiso dormir en la cuenca del hombro en busca de caricias. Bajar por el surco de los pechos, atravesando la rosa del ombligo para preguntar porque él se fue.
Pero el corazón la detuvo en su camino; Detente niña, el amor ha muerto.

martes, noviembre 08, 2005

Os voy a contar un cuento. (de Platón levemente retocado por mi)




Esta historia necesita algo tan desagradable como una moraleja para estar completa. Podría ser la frase que me escribieron una vez en la carpeta del coloegio y que anda desde entonces por mi cabeza buscando un cuento al que unirse. Esa sentencia de vida, es la siguiente ;
El mayor problema del mundo es el miedo. El miedo se vence con el amor, pero el amor nos da miedo. . .
Erase una vez que era, porque todo lo que ocurrio alguna vez tuiene su rincon de vida en los cuentos...

Hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo era tan joven que aún había dioses que andaban a gatas, existían en la tierra unos seres que eran llamados perfectos.
Eran unos seres extraños, andróginos que encerraban en su cuerpo el principio femenino y masculino de la creación. Seres que a nuestra vista serian mostruos pues eran como dos cuerpos dobles fundidos en uno. Aunque monstruosos e iguales para nosotros, entre ellos eran diferentes unos de otros, su felicidad, su satisfacción en su realización en si mismos , su alegria y su perfección era tal, que nunca había disputas ni infelicidad. Eran perfectos.

Los dioses por el contrario andaba siempre en peleas y paradojas estupidas, pues aburridos como estaban de saberse eternos no apreciaban el valor de los instantes. Así temieron qué estos seres tan perfectos pudieran sublevarse ante ellos y sobretodo, envidiaban profundamente su felicidad perfecta.
Pero son los humanos los que adoran a los dioses y por lo tanto los dioses sin los humanos al carecer de adoración no existen. Por eso no podían destruirles.
Así que Zeus, el dios supremo, partió con su rayo a cada uno de estos seres dividiendolos en los principios masculino y femenino del resto de la creación, luego los mezclo con sus manos y los arrojo sobre el mundo para no pudieran volver a unirse.
Se convirtieron en seres insatisfechos e infelices que recordaban que en algun momento del pasado, una vez, ellos fueron perfectos y por este descontento perpetuo nunca volvieron a ser una amenaza para los dioses. Solo lo fueron para ellos mismos, porque eran tan infelices, se sentían tan incompletos y fustrados, que no se veían como hermanos de una misma raza y peleaban constantemente entre ellos.
A veces confundian la felicidad perdida con el hecho de recordar que en aquel tiempo lejano tenian cuerpos dobles y empezaro a buscar su otra mitad desesperadamente olvidando aquella paz y satisfaccion en su propia identidad que tan felices les habian hecho. Al ser heridos con el rayo de zeus habian heredado con la separación, una herida llamada ombligo que rozaban unos con otros en una danza sexual buscando unirse de nuevo. No siempre lo conseguian.
Aun así se continuan buscando...
Hay algunos qué se pasan toda la vida buscando a su otra mitad, y jamás la encuentran. Otros lo consiguen pronto o tarde pero lo logran y ya jamas se separan de ella. Pero hay otros que se vuelven finalmete los mas desgraciados, porque la encontraron y no la reconocieron hasta que fué tarde y ya la habían dejado pasar.

¿Que como puede ocurrirles algo así? Muchos de estos seres, recuerdan demasiado bién que una vez fueron perfectos y demasiado bién creen que ya no lo son. Por eso piensan que el ser que están buscando debe ser perfectodebe recordarles al ideal que le arrancaron los dioses y que solo hayando alguien tan perfecto como ellos no son ahora, encontraran la felicidad perdida.
Pero están equivocados y no comprenden en que consiste la maldición de los dioses. Cuando los dividieron, las dos almas resultantes no quedaron igualadas totalmente y por más parecidas que en algunos casos sean, siempre hay diferencias para despistarles el encuentro. Alguna mitad se quedo con más habilidad comunicativa que la otra ó con más capacidad de comprensión ó lucha ó tozudez...., y son así, cada par, como las dos partes diferentes de un puzzle que necesita unirse y que al acercarse salta en chispas por la quimica atracción de sus polos. Por eso, solo cuando se unen están en equilibrio y se convierten en una sola y buena alma. Para complicarlo aun mas la diosa de la discordia rompio la propia alma de cada uno de ellos en puzzles extraños vueltos del reves. Por causa de esa ultima maldad ignoran que para ser libres de amar deben recomponer su propia alma por si mismos antes de buscar esa otra rosa en forma de ombligo que tambien les esta buscando.
El error de estas criaturas, está en creer que serán perfectas si encuentran a alguién perfecto y no entienden que solo recuperarán su perfección al unirse y juntar los pedazos. El día que lo descubran serán totalmente perfectas, felices, y la envidia de los dioses.

viernes, noviembre 04, 2005

The Hard Rock Café

Aaaaaghhhhh, oración ;
Oh Dios mio te doy gracias por las amigas, por esas que te llaman por la tarde y te dicen que te hechan de menos y tienen ganas de verte. Esas amigas a las que luego llamas por la noche, justo despues de que el chico que te gusta te diga que le gusta otra y te convencen para arrancarte del sofá y salir a bailar un poco.
Nada, nos vamos a cenar al Hard Rock Café. Ellas siempre quieren ir allí y la verdad que no los pasamos bien. Entre risas entras, contemplas el panorama y bueno... cuando se trata de chicas solas, los camareros son super amables y a nosotras nos encanta vacilarles un poco, en más concreto a mi me encanta vacilarles, que menuda monté la última vez pero mejor cuento eso en otro capitulo. . .
Un buen sitio quizás para empezar la noche, con un coche pegado al techo. Todo es artificial como nosotras, que no seremos nosotras esta noche, que nos vestiremos de gatas, embrujando a ratones que creen ilusamente que nos cazan. Bailaremos sin buscar directamente la mirada de alguien., solo por el goce de bailar como locas que se rien. Nos perfumaremos desde los tobillos al cabello y entraremos en los juegos de las medias, los tacones y el baile. . .

jueves, noviembre 03, 2005

Abismo, tierra, piedras y agua




Hoy me han dado los buenos dias sin sol. Escogí un día fatidico para salir, en ayunas, corriendo de mi nueva casa sin un misero café apenas. Cuando leés malas noticias deberías tener el estomago caliente al menos para qué no se te queden en el estomago bailando.
Me paseé demasiadas veces por el borde de mi abismo laborioso y el primer soplo me ha empujado con fuerza. me he quedado de puntillas como una bailarina no gracil haciendo vaivenes sobre una roca, aprendiendo a jugar a ser viento. . . Si pudiera retroceder.. cambiaría tantas cosas, haría y desharía tanto viejo. Pero viene la vida y me golpea fuerte, me insulta y me pide que la mire. La vida dice que no hay remedios para volver atrás y la memoría me cuenta que tampoco hay un pasado al que se pueda huir. Y yo quiero vivir, esa es la única pregunta que no tiene dudas, quiero aprender a pisar el suelo y ser tierra.
Intento hacer alguna tontería para no pensar. Escribirle por ejemplo un mensaje coqueto al poeta de los ojos de almendra, cualquier tontería que me distraiga un momento. Pero nada vuelve la vida y me dice que no me interrumpa, que no hay atrás, que la mire.
Y Madrid no poseeé sitio , momento, brazos o personas que me hagan sentirme segura del todo. Aquí no hay sitios para esconderse y por eso aquí me quedo. Si no me escondo, no huiré. Si no huyo quizás aprenda por fin a levantarme.
Sí me quedo y solo me permito viajar con la memoria al lugar y los brazos donde me senti segura. Recuerdo, invoco los olores protectores de mi madre viva y de mi abuela muerta, y el del rio donde me bañaba en tesierras y los arroyos a los que no tenía miedo. Pero de estas dos mujeres una no esta y la otra ya no puede protegerme. De ser adulto el precio es no poder huir en otro . En la memoría viajo y acaricio las piedras de mi rio fantasticamente magnificado por los recuerdos, y me tumbo de espaldas, sobre las piedras, entre las dulces algas que me lamen y las crias de pez que capturaba para vender como cebo de pesca. Debajo del agua, estoy debajo del agua y como es un sueño no me ahogo y como es un sueño es mentira. Así que rezo, ójala que el agua de mis sueños me limpie y se pueda llevar toda esta mierda!!

miércoles, noviembre 02, 2005

Mudarte de habitacion y solo mudar de piel un poco

Mudanza,...
Solo cambio de mi habitación en legazpi a otra de Chueca, y mira que de lio.... una caja y media de libros y otras con ropa, sabanas, música, toallas, más ropa, más cosas, carpetas, cosas, trastos . Van a dolerme los brazos de subir todo esto a mi nueva habitación en un cuarto piso sin ascensor, y eso que he tirado un monton de lastre.
Mi manía de guardar recuerdos.Ha aparecido una carpeta con un folleto de un vestido de novia que me gustaba a os 14 años y que quizas no eligiria ahora, unas fotos posando medio desnuda en la playa en pos de vencer el miedo de los kilos que me sobraban entonces. Más fotos,.. hay una de mi hermano con el pelo muy corto y yo con el pelo muy largo, justo a la inversa de hoy, también llevando en nuestro estilo la contraria al otro. Que envidia me dan sus preciosos bucles y que pena de este pobre pelo mio que esta creciendo fatal, cada día quiero mas a este niño . Mas hojas sueltas, las revistas del instituto donde públique poemas y un articulo sobre la prevención del sida y que hasta la fecha aparte de lo único científico que he escrito, es la sola y timida venganza contra la muerte de mi primo. Otra sorpresa, en un cuaderno viejo he encontrado un poema que me dedico mi primer novio, y que en ese momento no caigo cuando escribió. No era el hombre de mi vida pero tenía una forma de mirarme que sabía que me subia los colores y a él se le subían aun más cuando yo le besaba por sorpresa. En el poema dice que soy lo mas bonito que le paso jamás y cuando lo escribió él pobre se lo creía. No volvería a salir con él, como no escribiria de la misma forma en la revista. pero guardo las revistas y el dibujo del vestido de novia, y unas estampas de la bella y la bestia. Ya me acuerdo, me lo escribió en la biblioteca del instituto mientras yo estudiaba y me espio sonriendo cuando lo descubrí por sorpresa desde mis gafas de leer. Tengo demasiados pocos recuerdos asi de tiernos en el amor como para desacerme de este. Decidido, arrancare la hoja del poema y tirare el cuaderno. Una vez que tienes la flor,... a la porra la maceta...
Antígona.

martes, noviembre 01, 2005

Caricias



La otra noche fuí a casa del poeta,
Su pelo se sentia solo y necesitaba una caricia. Mi ternura estaba llena, y buscaba sitio donde vaciarse. Me pareció infinitamente tierno que aquel hombre de mirada distante en sus ojos de almendra me pidiese compañía, como las decenas de gatos que recogí en la calles de mi niñez y abraze en mi cama para que no muriesen de frio. Ellos respondian mejor a mis caricias porque el frío de la calle les calaba los huesos ¿Porqué la pidío entonces el poeta de ojos almendrados?.
Y fuí traicionera. Porque intensifique su dulzura para que fuese deseo y ninguno quería al otro, pero ya solo fué su piel y mi piel. Repitió con sus dedos los mismos gestos que aprendió en otros cuerpos y yo quise que los mios fueran nuevos y reinventados. Quizás hubieran sido igual sus manos en otro cuerpo que no el mio, pero no recibí mucho menos de lo que yo le daba.
Y me vacié. No supe ofrecerle mi dulzura sin ofrecerle también mi cuerpo y pedirle a cambio que me prestase su piel para dormir sobre ella. Ni sexo por sexo, ni sexo por amor, esa noche mi cuerpo descubrió una nueva variante; caricias contra el hastío, sexo contra y para la soledad por vencerla en un engaño en el que ni siquiera yo pude mentirme.
Si ya no soy capaz de ser tierna ni a través del sexo, y si solo una boca que tapa otra boca y una mano sobre mi cara abierta ya no me calma la sed ¿Donde estoy ?
Y ahora recuerdo cuando tenía 15 años y soñaba con lo especial del primer beso, cuando pensaba que no podría besar a nadie sin estar casi al menos enamorada, cuando creia que las caricias son un bien preciado que no debe regalarse. Sin arrepentirme, me veo ahora en el casi otro extremo jugando con el otro hasta con mis dientes, abrazando a los hombres con mi lengua. Disfruto de mi cuerpo como una hija de Lilith ante una legión de dioses.
Miedo a no quererle nada y miedo a quererle demasiado, y el peor de todos el miedo de estar cerca de no necesitar amar a nadie. Esta independencia suprema, esta constumbre a la soledad, no la quiero, llevaosla por favor llevaosla!.
Siento ternura y no deseo ahora por estos ojos almendrados, a pesar de haberle probado y de haberme reido de mi misma entre sus brazos.
Me dijo días antes que tenía ganas de enamorarse y yo sabía que no hablaba de mi, de la misma forma que sé que no puedo ni se amar a nadie ahora, que a mi casi se me ha olvidado como se quiere a alguien mas allá de uno mismo. ¿Ternura o deseo?¿ o los dos mezclados? ¿ que puedo dar? ¿que quiero tener?.
Y solo por el beso que me dio en la frente, por lo que guardaba y no me dió, volvería sin embargo a abrazarle desnudo e intentaría acariciar su corazón, metería mi mano en su pecho para frenar la sangre de cualquier herida que tuviese, porque a pesar de su fuerza me vi en la soledad distante de sus ojos de almendra como en un espejo. Pero él era la rosa, esa noche flotando entre mis juegos por primera vez otro jugo a ser el cielo y yo fuí la tierra.
Antígona

viernes, octubre 28, 2005

Entrada a Macondo ó la primera piedra

Hoy le he preguntado a mi madre, el titulo del libro que leyó mientras me llevaba en su vientre. "Preparación al parto" fué su respuesta. En fin, la historia se repite sin relajar su constancia en este mundo mío que da vueltas. Cuando esperaba una respuesta que explicase el porqué de mi vida, qué los labios de mi madre pronunciaran el nombre de algún filósofo, poeta o cuenta cuentos del que yo hubiera podido beber mientras me formaba. Nada. Viene la vida y me sorprende con su realidad indestructible. Mi madre, lectora incansable con unos ojos capaces de absorber toda la belleza del mundo, me estimaba demasiado ante de conocerme para perderse en los laberintos de la poesía y la ciencia a los que había dedicado sus pocos ratos libres.
Y es qué yo en mi pregunta intentaba adivinar el nacimiento de mi amor a la palabra. No me recuerdo más viva, ni más persona que el día que aprendí a leer. De repente todo el universo de ideas que bebí en mis 4 años de mundo tenía una salida y una razón de ser. Las palabras eternas bailaban para mi en los cuentos, la fantasía se hacía forma y yo podía acariciarla en el suave papel. ¿Como podía nadie decirme, que eran mentiras algunas de las cosas que otros escribieron? Nunca fuí demasiado niña para creer la infamia. La palabra da forma a la idea. La hace real, eterna, avasalladora en su fuerza y yo en los libros podía acunarla en mi regazo, como juguete preferido, como esa muñeca vieja que nunca te decides a tirar. No leía, devoraba los cuentos que luego narraba a compañeras de parvulario demasiado perezosas para obtener por si mismas sus tesoros. Y yo me sentía magnánima y generosa, porque adornaba de mi propia cosecha los cuentos añadiendo a las palabras movimientos y voces y fui la diosa insufladora de vida mas pequeña que los mitos hispanos hayan producido a mi saber. El don del cuenta cuentos. Me parí a mi misma como una Cleopatra encantadora de serpientes demasiado pequeña para jugar con culebras.
4 ó 5 años, ¿Cuantos tendría? pero la palabra me conoció a mi antes de que yo la reconociese en los libros. Los cuentos fueron la moneda de cambió para todo el que quiso conseguir algo de mi.
Mi padre descubrió pronto el enigma y aquel hombre que nunca cogía un libro, empezó a seleccionar las mejores joyas de la literatura y poesía infantil para su pequeña. Mi abuela me acunaba, inventando cuentos por primera vez en su vida para moralizar a la mas tímida y traviesa de sus nietas de los peligros de no hacer caso a sus padres. No tuvo mas riqueza a su muerte para legarme que unos pendientes y el que quizás fue el único cuento que creó en su vida., y me convirtió en la portadora de un tesoro único, creado por abuela más tierna del mundo, que decía no tener paciencia con los niños.
Mi madre me alimento de palabras, creó a lo largo de mi infancia todo tipo de fábulas y caperucitas rojas transformadas en niñas que me advertian de los grandes beneficios de beberse el vaso de leche para vencer al lobo. Sus cuentos me convirtieron ese tipo de persona que puede comer de todo. Gracias

Yo nunca he leído, yo he masticado las novela he descubierto el sabor ácido y dulce en mi estomago y me volví una enferma adicta a él. Palabras de distintas texturas, y allí en el fondo de todo, como misterio inalcanzable, la poesía descubierta como un enigma que se alejaba de mí, que por estar en todas partes no podía ser devorado y se convirtió en un velo de palabras transparentes que yo atravesaba a veces con mis manos para poder mirar la realidad del mundo. Ah poesía... caí en tu trampas, me has convertido en una adicta a la belleza, tu velo de palabras invisibles atrapó mi alma como seda a piel. Como arrancarte de mis ojos sin quedarme luego ciega. Tengo que depositarte aquí, para que no me ahogues y me dejes respirar.
Macondo es la primera agua, la tierra primigenia, el loto nacido de mi mente. la ciudad de los espejos mas joven del mundo.
Antígona