martes, noviembre 08, 2005

Os voy a contar un cuento. (de Platón levemente retocado por mi)




Esta historia necesita algo tan desagradable como una moraleja para estar completa. Podría ser la frase que me escribieron una vez en la carpeta del coloegio y que anda desde entonces por mi cabeza buscando un cuento al que unirse. Esa sentencia de vida, es la siguiente ;
El mayor problema del mundo es el miedo. El miedo se vence con el amor, pero el amor nos da miedo. . .
Erase una vez que era, porque todo lo que ocurrio alguna vez tuiene su rincon de vida en los cuentos...

Hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo era tan joven que aún había dioses que andaban a gatas, existían en la tierra unos seres que eran llamados perfectos.
Eran unos seres extraños, andróginos que encerraban en su cuerpo el principio femenino y masculino de la creación. Seres que a nuestra vista serian mostruos pues eran como dos cuerpos dobles fundidos en uno. Aunque monstruosos e iguales para nosotros, entre ellos eran diferentes unos de otros, su felicidad, su satisfacción en su realización en si mismos , su alegria y su perfección era tal, que nunca había disputas ni infelicidad. Eran perfectos.

Los dioses por el contrario andaba siempre en peleas y paradojas estupidas, pues aburridos como estaban de saberse eternos no apreciaban el valor de los instantes. Así temieron qué estos seres tan perfectos pudieran sublevarse ante ellos y sobretodo, envidiaban profundamente su felicidad perfecta.
Pero son los humanos los que adoran a los dioses y por lo tanto los dioses sin los humanos al carecer de adoración no existen. Por eso no podían destruirles.
Así que Zeus, el dios supremo, partió con su rayo a cada uno de estos seres dividiendolos en los principios masculino y femenino del resto de la creación, luego los mezclo con sus manos y los arrojo sobre el mundo para no pudieran volver a unirse.
Se convirtieron en seres insatisfechos e infelices que recordaban que en algun momento del pasado, una vez, ellos fueron perfectos y por este descontento perpetuo nunca volvieron a ser una amenaza para los dioses. Solo lo fueron para ellos mismos, porque eran tan infelices, se sentían tan incompletos y fustrados, que no se veían como hermanos de una misma raza y peleaban constantemente entre ellos.
A veces confundian la felicidad perdida con el hecho de recordar que en aquel tiempo lejano tenian cuerpos dobles y empezaro a buscar su otra mitad desesperadamente olvidando aquella paz y satisfaccion en su propia identidad que tan felices les habian hecho. Al ser heridos con el rayo de zeus habian heredado con la separación, una herida llamada ombligo que rozaban unos con otros en una danza sexual buscando unirse de nuevo. No siempre lo conseguian.
Aun así se continuan buscando...
Hay algunos qué se pasan toda la vida buscando a su otra mitad, y jamás la encuentran. Otros lo consiguen pronto o tarde pero lo logran y ya jamas se separan de ella. Pero hay otros que se vuelven finalmete los mas desgraciados, porque la encontraron y no la reconocieron hasta que fué tarde y ya la habían dejado pasar.

¿Que como puede ocurrirles algo así? Muchos de estos seres, recuerdan demasiado bién que una vez fueron perfectos y demasiado bién creen que ya no lo son. Por eso piensan que el ser que están buscando debe ser perfectodebe recordarles al ideal que le arrancaron los dioses y que solo hayando alguien tan perfecto como ellos no son ahora, encontraran la felicidad perdida.
Pero están equivocados y no comprenden en que consiste la maldición de los dioses. Cuando los dividieron, las dos almas resultantes no quedaron igualadas totalmente y por más parecidas que en algunos casos sean, siempre hay diferencias para despistarles el encuentro. Alguna mitad se quedo con más habilidad comunicativa que la otra ó con más capacidad de comprensión ó lucha ó tozudez...., y son así, cada par, como las dos partes diferentes de un puzzle que necesita unirse y que al acercarse salta en chispas por la quimica atracción de sus polos. Por eso, solo cuando se unen están en equilibrio y se convierten en una sola y buena alma. Para complicarlo aun mas la diosa de la discordia rompio la propia alma de cada uno de ellos en puzzles extraños vueltos del reves. Por causa de esa ultima maldad ignoran que para ser libres de amar deben recomponer su propia alma por si mismos antes de buscar esa otra rosa en forma de ombligo que tambien les esta buscando.
El error de estas criaturas, está en creer que serán perfectas si encuentran a alguién perfecto y no entienden que solo recuperarán su perfección al unirse y juntar los pedazos. El día que lo descubran serán totalmente perfectas, felices, y la envidia de los dioses.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada señorita Inma.
Me ha gustado mucho su versión del cuento de Platón. De momento sigo siendo su fan. Espero nos siga deleitando con tan magnificos textos.
Muy atentamente,
Gonzalo.

PD: Tenga usted cuidado con los comentarios-spam. Hacen muy feo.

Anónimo dijo...

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